La guerra sucia en Argentina

Tan solo unos años después de la muerte de Evita Perón y su movimiento popular de los descamisados, el gobierno de Argentina cambió de un gobierno democrático a una junta militar, es decir, dirigido por los militares. Esta junta militar decidió que era necesario hacer un “Proceso de Reorganización Nacional” para limpiar el país de elementos subversivos utilizando cualquier medio necesario.

Internacionalmente se designa a este periodo como “la guerra sucia” en la cual la junta militar utilizó una violencia indiscriminada, tortura sistematizada, desapariciones de personas y manipulación de información para lograr su objetivo. Este periodo corresponde aproximadamente a los años de 1976 y 1983.

Durante este tiempo la junta militar argentina decidió utilizar cualquier medio para acabar con los supuestos líderes terroristas. Cuerpos militares y de policía secuestraban a los ciudadanos a cualquier hora del día o de la noche para llevarlos a Centros de Detención Clandestinos donde eran torturados a veces en frente de sus propias familias. Cuando se querían desaparecer a un grupo numeroso de detenidos, eran narcotizados y puestos en un avión con dirección al mar. El avión siempre regresaba vacío. Otro de los atropellos que las nuevas generaciones todavía viven, es el secuestro de los recién nacidos. Los bebes eran secuestrados y muchas veces los padres asesinados. Los niños eran después colocados con familias que apoyaban el régimen militar y crecían ignorantes de sus padres biológicos. Cuando la democracia fue instituida, un grupo llamado “Las abuelas de Plaza de Mayo” decidieron buscar a sus nietos. Hasta el 13 de febrero de 2009, las abuelas han podido encontrar 97 de esos niños.

En realidad los elementos subversivos eran líderes sindicales con algunas tendencias socialistas, obreros, maestros, deportistas, políticos, artistas, jóvenes universitarios, ancianos, discapacitados y líderes religiosos. Debido al temor del socialismo en esa época, esta ola de violencia de terrorismo de Estado, apareció de manera sistemática en otros países del cono sur que eran apoyados directamente por la CIA y por Henry Kissinger como medidas para detener el avance comunista. A esta operación se le llamó “Operación Cóndor”.

La estimación popular de personas desaparecidas es de alrededor de 30,000 individuos. Como en todos estos casos, es posible que el número total nunca se sepa.

Con la democracia en el país y en el cono sur, algunos de estos líderes han sido llevados a juicio. Otros permanecen en libertad. Algunos de los líderes militares forzaban a sus sub-alternos a participar en el abuso de los derechos humanos.

Aún hasta el día de hoy grupos de los derechos humanos, las madres de la Plaza de Mayo y abuelas de Plaza de Mayo siguen trabajando para encontrar información que les lleve a encontrar el fin que tuvieron sus familiares.

¿Qué hacen “las abuelas de Plaza de Mayo?”

Cuidan a los niños quienes fueron secuestrados durante la Guerra Sucia.
Luchan contra los que secuestraron a sus familiares.
Buscan sus familiares quienes fueron secuestrados durante la Guerra Sucia.
Gobiernan comunidades pequeñas en Argentina.