Su responsabilidad y la eficiencia de su trabajo le habían merecido el aprecio y la confianza incondicional del directorio. Nada escapaba de su control. Sus observaciones eran atinadas y siempre equilibradas. Como si su razón controlara siempre todas las posibles variables de cada situación. Eran las nueve y quince minutos, quince minutos de trabajo que le fueron suficientes para organizar el día. Poner en perfecto orden las papeles que acaban de llegar. Porque nada podría no estar exactamente en su lugar. Cuando miró el teléfono, como si fuese una tentación que se abría paso.. Y no pudo resistirse. Alendio su esposa. Guarda cama con una fuerte gripe, Y dormía merecidamente cuando el timbre añunció la lla- mada. Y fue tan natural como inquietante y doloroso presentir que era él, que seguramente quería saber de su boca 1oe la puerta de calle estaba cerrada, y que nadie había entrado en su departamento. Cuál de las 3 es una conducta racional?